Experiencias FIVAP

Un espacio para ti...

 

 

 

Lo que comparten nuestras pacientes, sus historias e inquietudes pueden ser las tuyas...

Técnica ROPA

“Nuestra experiencia con la clínica FIVAP fue maravillosa. Desde el día que llamamos por primera vez hasta día de hoy, porque seguimos teniendo contacto con ellos. Bajo nuestra falta de conocimiento por los tratamientos ellos nos abrieron varias posibilidades de todas las formas que se podían. Y la verdad que la que elegimos fue todo un éxito y una maravilla.

Nosotras somos dos mamis que tuvimos a nuestro enano mediante la técnica ROPA. Que consiste en que una se somete a la estimulación ovárica para aportar los ovocitos y la otra lo gesta y da a luz.

Para nosotras fue alucinante que entre una pareja de mujeres cada una pudiera aportar su cachito, más la del donante para tener a nuestro hijo

La clínica siempre nos lo ponía todo más fácil. El tratamiento fue sencillo al menos para nosotras, ya que veníamos de someternos de otros tratamientos de estimulación y la experiencia fue negativa y dolorosa.

Si los hubiéramos conocido antes sin duda hubieran sido los primeros. Son todos unos profesionales y no tenemos ningún tipo de pero…

Agradecer a todo el equipo su trabajo diario y mencionar a los que estuvieron de primera mano con nosotras: Juliana, Jean Paul, Eva, Angela Palumbo y las enfermeras…

P.D: No admiten devoluciones una vez des a luz. Jajaja

Técnica FIV

Nuestra historia con FIVAP empieza el 16 de septiembre de 2016 después de muchos meses de búsqueda,  lucha, pruebas y un largo etcétera.

Nos recomiendan esta clínica, yo ya había oído hablar de ella pero mi médico de confianza es el que me da el último empujón al pedirle recomendación pues ya sabía de nuestro deseo.

Ese día nos reciben Cande y Jean Paul (mi Ángel de la guarda, mi hada madrina) nos explican cómo podría ser todo con ellos, qué pasos seguir, salimos de allí contentos y sobre todo recuperando la ilusión que acontecimientos anteriores me habían  hecho perderla.

Ahí empieza un periplo de varios meses, pruebas, punción con un resultado excelente! En la primera transferencia conseguimos embarazo pero no va adelante sobre la semana 7. Fue duro pero no perdimos nunca la ilusión tan necesaria en este proceso, ilusión y fuerza han de ir siempre de la mano y ganas de seguir luchando por nuestro sueño.

Como el tratamiento había ido muy bien y teníamos congelados a las pocas semanas y tras pasar el proceso necesario para ello, nos hacen la transferencia y da positivo, no hay palabras suficientes para describir ese momento! Alegría,  esperanza, cautela pero sobre todo mucha ilusión de que todo iría bien! Pasamos un embarazo precioso, maravilloso y siempre acompañados hasta el último mes de nuestra querida Juliana, con todo su cariño y dulzura nos explicaba cada eco, cada mínimo detalle y así hasta la semana 35 que pudimos viajar a Tenerife. Casi un mes después nacía nuestra niña, cumpliendo nuestro sueño y haciéndonos inmensamente felices a nosotros, sus padres, y a toda la familia!!

Es un camino largo y no siempre fácil, pero hemos estado acompañados en todo momento e infinitamente agradecidos a toda la familia FIVAP, ahí dejamos parte de nuestra historia, un trocito de nuestro corazón, a  todos y cada uno de ustedes gracias SIEMPRE! ❤

Feliz Decisión

Un amigo, que junto a su pareja estaban en el proceso de tener un hijo/a mediante reproducción asistida, nos dijo un día: “esto es una carrera de fondo”, nunca pensamos que, efectivamente, para nosotras así sería.
Nuestra experiencia comenzó en otro centro. Tras muchísimos intentos, el especialista nos sentó una tarde en su despacho, para comunicarnos que su equipo estaba desmotivado porque no conseguían resultados con nosotras (no nombraremos que hizo mención de lo negativo que para sus estadísticas estaba resultando nuestro caso, ah bueno ,ya lo escribimos), pero que lo intentarían una vez más.
Salimos de la consulta sin saber muy bien qué pensar. Si los especialistas están desmotivados, ¿qué podíamos esperar nosotras de ese descafeinado “una vez más”?
Le comentamos esta situación a nuestra ginecóloga de referencia, en una revisión rutinaria, y nos dijo: “para mí los de FIVAP son los mejores”. Así sin más. Fue un antes y un después.
Decidimos llamar a “Palumbo”, como la mayoría de la gente conoce al centro y concertamos una cita.
La clínica es muy bonita, con un ambiente muy cuidado que se agradece cuando las personas estamos en este proceso, que en ocasiones, emocionalmente puede llegar a ser muy duro. El personal de la recepción amabilísimo en todo momento. Primera impresión muy positiva.
Nos atendió Jean Paul, correcto y muy cercano. Miró el historial y nos dijo con una seguridad aplastante: “tú te puedes quedar embarazada sin problema”. Después de tanto tiempo de incertidumbres, salimos viendo un hilo de luz, pensando que esta vez sí podía ser.
No se dieron prisa, primero hicieron toda clase de pruebas y análisis porque, como nos dijo otra ginecóloga ajena al centro: “ellos quieren que el útero esté 5 estrellas”. Y hasta que así no estuvo, Jean Paul no decidió hacernos la transferencia.
Cuando los biólogos te llaman, ya sabes que se va acercando el momento. Ellos nos explicaron con todo lujo de detalles cómo habían evolucionado los embriones, nos ensañaron gráficas y vídeos (es realmente impresionante ver cómo se van dividiendo en células).
El día de la transferencia, fue otra sorpresa el llegar a la segunda planta y ver el cuidado que ponen en los espacios. Nos instalaron en una habitación con todas las comodidades necesarias. Una enfermera, de trato excelente, atendía todas las necesidades previas a la punción.
La pareja, con todas las medidas de seguridad higiénica, puede entrar dentro del modernísimo quirófano para asistir al momento mágico de la transferencia.
Una vez que el embarazo se confirmó, nos tomó de la mano hasta la última semana Danízar, increíble profesional, delicada, preocupada, cariñosa, acertando en todas las decisiones tomadas…le debemos tanto…
El cuidado y acompañamiento que hace el personal de FIVAP (con una calidad humana extraodinaria), hasta el momento del parto, es algo que no se paga con dinero.